Coeficientes de seguridad: ¿Un valor o un rango de valores?

Es frecuente ver en un estudio geotécnico la afirmación de que, por ejemplo, un talud de excavación tiene un coeficiente (o factor) de seguridad al deslizamiento de FS=1.455 y me refiero a una cifra con tres decimales pero menor de 1.5 valor que, en muchas ocasiones, es el que define una situación aceptable de seguridad. Al ser menor colegimos que el talud es inestable. En otras ocasiones ocurre lo contrario: para un factor de 1.505 concluimos que ese talud es estable. La realidad y buena práctica geotécnica nos dicen que ambos coeficientes son iguales.
En primer lugar hay que decir que aceptar un valor con tres decimales obtenido del análisis de la estabilidad de un terreno cuyas propiedades intervinientes en el fenómeno no pueden ser determinadas, a veces, ni con un decimal, es una decisión insensata o muy poco fundamentada.
La resistencia al corte en términos de cohesión se obtiene bien de un ensayo de corte directo o de compresión triaxial, o a partir de correlaciones empíricas (aunque sancionadas por la experiencia) con otras propiedades de resistencia obtenidas, por ejemplo, con ensayos CPTU. Lo mismo ocurre con el ángulo de rozamiento, obtenido de ensayos de corte o de compresión triaxial, o bien de ensayos DPSH o SPT. Pero las muestras no acaban de ser representativas del terreno (escalas, por ejemplo) o pueden variar en distancias métricas porque nunca el terreno es perfectamente isótropo en la dirección que nos interese, o las condiciones del ensayo son ligeramente distintas de una muestra a otra. Todo esto nos lleva a afirmar que las propiedades del terreno se mueven en unos valores dentro de un rango que, como mucho, no será menor de un 20% arriba o abajo de una media representativa.
Por ello, es recomendable realizar los análisis de estabilidad manejando los valores más conservadores de las propiedades. Si para estos valores conservadores el coeficiente es mayor que el crítico, podemos quedarnos tranquilos. Si es menor, abordemos el cálculo con parejas de valores en los extremos del rango de variación. Llegaremos a poder dibujar una figura como la siguiente en la que hemos superpuesto una estimación razonable de las curvas de igual coeficiente de seguridad:

Podríamos confiar, por ejemplo, en que el ángulo de rozamiento interno deba moverse entre 26 y 28º con lo que la cohesión debería ser mayor de 140-150 kPa. Y aquí es donde interviene el profesional de la Geotecnia con la experiencia suficiente para acotar mejor el campo de variación de las propiedades.