KLAUS W. JOHN Y EL DESMONTE DE BENICASIM

Tras la excavación del desmonte de Benicasim, en la Autopista Tarragona-Valencia, surgió la inquietud de la posibilidad de deslizamientos de tipo planar. El macizo rocoso está formado por calizas con delgados niveles de margas calcáreas y con presencia de rellenos arcillosos en las juntas de estratificación que buzan hacia la excavación unos 25-35º. Ni en los afloramientos en la ladera ni en los testigos de sondeo se apreciaron estos rellenos arcillosos.

Después de nuevas investigaciones de campo y de laboratorio para confirmar el buzamiento de la estratificación y la resistencia la corte de las juntas, se llegó a la conclusión de que el talud era estable. No obstante, como los ingenieros geotécnicos tendemos a ser conservadores, se instalaron hitos y dianas para medidas topográficas en el talud y en la ladera, junto con una instrumentación colocada en el paramento consistente en unas piezas metálicas que eran capaces de avisar visualmente de un mínimo movimiento y de medir la magnitud de este desplazamiento con rango de 5 a 50 mm. Eran de diseño y fabricación propia; a modo de versión artesanal de los “rock spy”. Les llamamos “Deslizómetros o detectores instantáneos de deslizamientos”.

Klaus W. John, renombrado ingeniero geotécnico de la Universidad de Bochum, nos estuvo asesorando durante el proyecto y construcción de éste y de otros desmontes. En una de sus visitas le llevé al desmonte de Benicasim, le puse al tanto de nuestros análisis geotécnicos y le mostré los deslizómetros. Tras un intercambio de opiniones, pareció estar favorablemente de acuerdo con nuestras decisiones.

Klaus tenía un humor germánico que, a veces, lo manifestaba con semblante muy serio. Nos planteó lo siguiente. A unos quinientos metros existía un puente sobre la carretera nacional N-340 que circula casi paralela a la autopista. Decía: reformemos el puente de modo que introduzcamos un tablero móvil para que el tráfico de la autopista (de peaje) se pueda desviar hacia la nacional y viceversa. Si conectamos esta instrumentación – los deslizómetros – con la Unidad de Control del tramo, cuando aparezca algún movimiento crítico, se acciona automáticamente el tablero del puente y el tráfico de la autopista pasa a la nacional. La seguridad del usuario quedaba garantizada. Y añadía irónicamente: en épocas de bajo tráfico de peaje, se acciona el tablero “casualmente” y el tráfico de la nacional se desvía a la autopista de peaje. Luego, cuando el conductor saliera por una estación de peaje y se le obligara a hacer el pago, “explíquele Ud. al peajista que un tablero móvil le ha introducido a la autopista sin Ud. quererlo ……”

La ironía y buen humor de Klaus era excelente.