En la autovía Ronda de la Bahía de Santander, en los 10 km de su tramo San Salvador de Heras a Parbayón, los terraplenes se apoyan en suelos blandos que en parte son rellenos antrópicos de antiguos residuos mineros y, en parte, depósitos aluviales. Como sustrato de estos suelos aparece un Keuper arcilloso o un cretácico calizo. El proyecto caracterizó los suelos blandos y determinó una serie de tratamientos de mejora de resistencia y de aceleración de asientos.
Con la obra adjudicada y siguiendo lo indicado por el proyecto, se llevaron a cabo reconocimientos geotécnicos complementarios que condujeron, por parte de los asesores del Ministerio de Fomento, al aumento de los tratamientos de aceleración, en algún caso inexistentes en el proyecto, y a la necesidad de modificar o establecer un determinado procedimiento constructivo.